Feliz valiente nace en noviembre del 2012 después de un conmovedor sueño que tuve el cual marcó mi vida para siempre. Al despertar de ese sueño me dije: debo hacer algo, debo poder llegar a esos niños que les está haciendo falta una sonrisa, una alegría o una ilusión… y ahí comenzó todo. Empecé a recorrer las clínicas y hospitales que conocía preguntando si podía ir a entregarle regalos a los niños que estaban hospitalizados y claro, si podía ir un 24 de diciembre, porque esa fecha era con la que quería iniciar. ¿A quien le gusta estar en una clínica y más un 24 de diciembre? A nadie, esas suelen ser fechas para celebrar y estar reunidos con toda la familia, así que ese día era el que quería estar repartiendo sonrisas y juguetes a los niños hospitalizados.
En el 2014 así como conocí personas que querían ayudar a otras en las clínicas, también conocí una fundación que desarrollaba una labor muy bonita y era ayudar a niños y jóvenes con discapacidad de bajos recursos en su proceso de rehabilitación junto con sus familias, ésta era la Fundación Fandic.
Desde ese año me vinculé con ellos para llevarles de navidad un compartir, recreación y por supuesto el regalo a más de 60 niños que se encuentran allí inscritos.
De esta actividad han participado decenas voluntarios y donadores que han querido compartir con los niños ese espacio de felicidad y emoción.
Para el 2017 tuve la fortuna de poder contar con más personas que querían brindar felicidad a quienes lo necesitaban y ahí fue donde se logró empezar a apoyar a la Corporación Creser, un lugar que alberga más de 70 niños, adolescentes y adultos con diagnósticos como: Parálisis cerebral, discapacidad cognitiva en grado leve, moderado y severo, trastorno autista, síndrome de Down, síndrome de Pica, trastorno de personalidad, entre otras condiciones de tipo neurológico. Más del 90% de estas personas no cuentan con apoyo de familiares pues se encuentran en estado de adopción.
Para ese diciembre conseguimos apoyar en algunas de las necesidades primordiales como pañales Tena, sillas de rueda, ropa (camisas, pijamas, sábanas), etc.
Y claro, compartimos con ellos música, canto, baile y demasiado amor.
Hay muchas formas de apadrinar, desde una carta para el juguete de navidad de un niño, los implementos de rehabilitación de una persona hasta una familia en condición de pobreza.
Siempre vamos a necesitar más valientes que se unan a este proyecto, no solo como donadores sino como portadores de sonrisas, buena compañía y mucha actitud para brindar alegría.
Hay cientos de niños y familias esperando por tu ayuda, nunca es tarde para ser valiente y decir, YO QUIERO AYUDAR. Las donaciones pueden ser de forma material o económica.